domingo, 25 de septiembre de 2011

No name

Ya nada era lo mismo. No eran los mismos paisajes, los mismos olores, la misma sensación. Todo había cambiado y no tenía claro si fuera a peor o a mejor. Las cosas malas habían desaparecido con el paso del tiempo, de eso estaba segura, no quedaba nada en mi interior que mi hiciera pensar que era la misma persona de entonces. Sin embargo las cosas buenas tampoco estaban, ya no sentía ese cosquilleo que me electrizaba todo el cuerpo, no quedaba nada de esa sonrisa que tenía, toda esa inocencia se había perdido con el paso de los días, de los meses, de los años... Y ahora se repetía la misma situación, pero todo era distinto. Habían nuevas situaciones, nuevas conversaciones, nuevas expresiones y sentimientos. Con el paso del tiempo aprendes a perseguir aquello que quieres y a dejar atrás a todo lo que ya no necesitas. Sabía que lo que necesitaba estaba delante de mis ojos, pero no podía asegurar que eso fuera lo que quisiera, como tampoco podía asegurar que no lo quisiera...

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