sábado, 21 de mayo de 2011

Secretos

Siguiendo la definición del diccionario, un secreto es una cosa que cuidadosamente se tiene reservada y oculta, también se dice que el secreto es la práctica de compartir información entre un grupo de personas, en la que se esconde información a personas que no están en el grupo.
Desde tiempos inmemoriables los secretos han formado parte de la sociedad, forma parte de la esencia del ser humano, al igual que la mentira. Si se trata de cosas innatas al ser humano y socialmente aceptados en algunas épocas, ¿qué nos ha llevado a condenar tan duramente los secretos?
En la sociedad actual, reconocer abiertamente que alguien tiene un secreto o dice una mentira está, cuanto menos, mal visto. Condenamos a todo aquel que sabemos que esconde algo, aún sin saber ni querer conocer los motivos que le llevan a manifestar dicha actitud. Sin embargo, no todos los secretos o mentiras están mal vistos. Desde bien pequeños nuestros progenitores y personas adultas de nuestro entorno se ven obligados a mentirnos con el pretexto de hacer la realidad más llevadera, como por ejemplo cuando un familia muere: al niño que pregunta dónde está su abuelo se le suele contestar con cosas como en el cielo, de viaje, en un lugar mejor, etc. No sabemos cómo contestar a un niño pequeño sobre la muerte, por lo que preferimos mentirle, cosa que el resto de adultos acepta y continúa. Pero no sólo ocurre con la muerte, por ejemplo en la época de Navidad, la mentira más extendida es la de Papá Noel, de hecho, cuando los niños de cierta edad empiezan a darse cuenta del engaño, lejos de sentirse estafados, lo ven como un secreto de los mayores y se sienten de alguna forma implicados y orgullosos de ser conocedores de la verdad.
Este sentimiento también se sucede en adultos. Cuando alguien te hace partícipe de un secreto, por muy mala que sea la información, una parte de cada uno de nosotros disfruta de ser conocedora de esa información, porque nos lo tomamos como un acto de confianza: sabemos la verdad y somos los encargados de protegerla.
Vivimos en una sociedad que, pese a criticar los secretos y las mentiras, se nutre de ellas para continuar adelante. Aunque, para ser sinceros, nadie piensa en este tipo de secretos y mentiras cuando los mencionamos. Siempre suponemos que se trata de algo muy malo que debe ser escondido y que la persona que los tiene es de las peores del mundo.
Personalmente, siempre he sido partidaria de que cada persona sea libre y consciente de lo que hace, esconde, miente o deja de hacer. Cada acto y decisión que tomamos acarrea unas consecuencias que, dependiendo de la situación, son o no previsibles. Sin embargo, a mi juicio, con las personas que quieres no se deben tener secretos, a menos que haya una razón de peso para ocultarlos, y aún así siempre es preferible afrontar la verdad. En una familia o en una pareja, los secretos no deberían existir. Cuando existe un secreto dentro de ese círculo suele ser porque la confianza no es lo suficientemente alta o por medio a un castigo o consecuencia negativa posterior, de lo que se deduce que el mantener el secreto sólo beneficia a la persona que lo tiene y por tanto es un secreto egoísta.
Tal y como dijo Maurice Maeterlinck "Más interesante que lo que la gente dice es su pensamiento secreto, y esto es lo que me importa conocer".

The pierces - Secret

1 comentario:

  1. Sólo te diré una cosa.. Papa Noel si que existe!!! :___( jajajaajajja

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